The Midnight Walk, obra de MoonHood, me ha llevado por un viaje inolvidable, una travesía que combina la ternura de un cuento infantil con la inquietud de una pesadilla artesanal. Desde el primer momento, el juego me atrapó con su estética única: un mundo esculpido en arcilla y animado mediante stop-motion, que recuerda a las obras de Henry Selick con Tim Burton y Laika Studios. Cada escenario y personaje está meticulosamente diseñado, creando una atmósfera que es tanto encantadora como perturbadora.
En esta aventura en primera persona, asumo el papel de «The Burnt One», acompañado por Potboy, una criatura linterna cuya llama es esencial para iluminar el camino y protegernos de las sombras que nos acechan.
La mecánica del juego se centra en resolver acertijos y evitar monstruos, utilizando la luz como herramienta principal. Una característica destacada es la capacidad de cerrar los ojos para enfocarse en sonidos específicos, lo que añade una capa de inmersión y estrategia al juego.
La narrativa se divide en cinco capítulos, cada uno contando una historia autoconclusiva que explora temas como la soledad, el duelo y la esperanza. Aunque la jugabilidad es sencilla y lineal, similar a un «walking simulator», la riqueza emocional y visual compensa con creces cualquier falta de complejidad mecánica. La banda sonora, con melodías suaves y melancólicas, complementa perfectamente la ambientación, reforzando la conexión emocional con los personajes y el mundo que los rodea.

Una de las experiencias más destacadas fue jugar en realidad virtual con PS VR2. La inmersión que ofrece esta modalidad es impresionante, permitiéndome interactuar con el entorno de maneras innovadoras, como utilizar el seguimiento ocular para resolver acertijos o manipular objetos. Sin embargo, es importante mencionar que el juego presenta una limitación en cuanto al idioma: si la consola está configurada en español de España, los textos aparecen en inglés, lo que puede afectar la experiencia para quienes no dominen este idioma.

En resumen, The Midnight Walk es una obra que destaca por su dirección artística y narrativa emotiva. Aunque su jugabilidad puede parecer limitada, la combinación de estética artesanal, música envolvente y una historia conmovedora lo convierten en una experiencia única que recomiendo a cualquier amante de los videojuegos que busque algo diferente y profundamente humano.
Recomendado a:
- Jugadores que disfruten de experiencias narrativas inmersivas.
- Fans de Pesadilla Antes de Navidad y otras obras de Burton o Selick.