Desde que probé Journey to the Savage Planet en 2020, me quedé con ganas de más. Ese humor absurdo, ese mundo colorido y alienígena, y esa mezcla entre sátira y exploración me parecieron únicos. Así que cuando supe que Raccoon Logic preparaba una secuela, mis expectativas se dispararon. Y ahora que he jugado Revenge of the Savage Planet, puedo decir que han superado lo que esperaba en muchos aspectos.
Un universo alienígena para perderse… y reírse
Esta nueva entrega me llevó por cuatro planetas, cada uno con biomas muy diferentes y criaturas que oscilan entre lo adorable y lo grotesco. Lo mejor es que nunca sabes qué te espera tras la siguiente colina: un acertijo ambiental, una planta que te escupe ácido o una gallina alienígena con problemas de actitud. Las herramientas como el látigo, el gancho o la pistola de baba no solo sirven para el combate, sino que te permiten experimentar con el entorno de formas muy creativas. Además, ahora se puede nadar, lo que abre todavía más posibilidades a la exploración.
En compañía todo es más divertido
Algo que me encantó fue que pude jugarlo tanto en cooperativo online como en pantalla dividida local. Y sí, funciona con juego cruzado, así que no tuve que preocuparme por la plataforma. Jugar con alguien más le da otra dimensión a la experiencia, sobre todo porque puedes capturar criaturas, guardarlas en corrales y hasta compartir recursos. También hay bastante margen para personalizar a tu personaje, lo cual siempre se agradece.

Sátira, ridiculez y un montón de baba
Si algo define a Revenge of the Savage Planet es su tono. Aquí no se toman nada en serio, ni siquiera a ellos mismos. La historia gira en torno a vengarte de la megacorporación que te abandonó, y el juego no deja pasar oportunidad de burlarse de las empresas, del capitalismo extremo o incluso de ti como jugador. A veces el humor roza lo escatológico, y reconozco que no todos los chistes me hicieron gracia, pero en general me pareció una experiencia muy consciente de su propia ridiculez.
Un mundo más vivo desde otra perspectiva
El cambio más evidente respecto al primer juego es que ahora se juega en tercera persona. Y la verdad, me encantó. Me permitió disfrutar mucho más del diseño artístico, que es realmente bueno: paisajes vibrantes, criaturas bien animadas y un combate más fluido y dinámico. Las batallas son en 360°, así que no basta con disparar a lo loco: hay que moverse, usar el entorno y elegir bien qué herramienta usar según el enemigo.

¿Vale la pena?
Sí. Revenge of the Savage Planet no solo mejora en casi todos los aspectos respecto a su antecesor, sino que además se nota que está hecho con cariño y con ganas de ofrecer algo distinto. Lo jugué en Xbox Series X, pero también está disponible en PS5, PC y otras plataformas, y desde el día uno está en Game Pass, lo cual es un puntazo. Hay varias ediciones (como la Cosmic Hoarder con misiones y trajes extra), pero incluso con la versión básica tuve una experiencia completa y divertida.
Es para ti si:
- Te gustan los juegos de exploración con un toque muy peculiar, mundos raros y un sentido del humor que no teme pasarse de la raya.
- Disfrutaste del primer juego.
- Estás abonado a Xbox Game Pass
No te lo recomiendo si:
- Buscas acción desenfrenada o una historia profunda.
Hemos jugado a Revenge of the Savage Planet gracias al código de prensa enviado por Renissance PR a través de PressEngine.