Cada vez que me enfrento a un juego como Rebel Transmute, hecho por una sola persona, me pregunto qué narices he hecho con mi vida. El caballero tras cada aspecto de este juego, Evan Tor, ha levantado de cero un programa lleno de detalles, cada píxel, cada línea de código y cada nota musical al servicio de la trama han salido de una sola persona. Hablemos de este gran metroidvania que tenemos entre manos:
La historia de Rebel Transmute comienza cuando Moon Mikono llega al planeta Terra 6 para buscar el rastro de su madre, de la que no sabe nada desde que un desastre asolase dicho planeta. Lo que sigue es una trama de ciencia ficción con personaje carismáticos y momentos para la comedia y el drama, que sirve de fondo para un buen juego de acción. De acción al estilo metroidvania, con idas y venidas mejorando las características de nuestra protagonista para alcanzar nuevas áreas del mapa.
El aspecto gráfico ayuda enormemente a generar esa atmósfera alien, con enemigos, escenarios y gama de colores que recuerdan constantemente al clásico Metroid de Nintendo. Todo está representado con un pixel art exquisito, que no destaca en lo técnico pero sí en lo artístico y en lo cuidado de cada una de sus animaciones.
Desde la primera toma de contacto se siente cómo Moon responde a la perfección. La jugabilidad está depuradísima, notándose el mimo que su autor ha puesto en cada detalle. Lo que no quiere decir que sea un juego fácil, tiene algunas partes de plataformas que te harán sudar para superarlas.
Los enfrentamientos contra los enemigos más pequeños y los grandes bosses dependen en gran medida de memorizar patrones de ataque y de esperar a que telegrafíen sus intenciones. Algunos de los patrones de los enemigos finales nos pueden resultar familiares si ya hemos jugado un buen puñado de títulos clásicos o retro. En general todo en Rebel Transmute te hace sentir como en casa. Para bien y para mal.
Incluso las mejoras que encontraremos a lo largo de la aventura de Moon son esas que ya esperas desde que pulsas Inicio. No hay sorpresas en general, todo funciona como en cualquier Metroid, con algunos detalles sacados de nuevos exponentes del género como Hollow Knight.
Se trata de un juego impresionante para ser el trabajo de un solo desarrollador, lo es incluso para el de un equipo pequeño. Todo rebosa dedicación y cariño por el detalle, horas de trabajo puliendo cada aspecto de la jugabilidad. Es, en fin, una carta de amor a la saga Metroid y, en menor medida, a los metroidvania más actuales.
En serio, Rebel Transmute es un maldito juegazo y se le puede recomendar a todos los amantes de la saga Metroid sin problemas. Todo lo que se le puede echar en cara es que no ha innovado, no ha querido innovar. Se ha agarrado férreamente a los pilares que hacen que un metroidvania sea un metroidvania y no se ha movido un ápice. Esto no es para nada malo, pero se echa en falta que detrás de tanto talento y dedicación haya una gran idea que revolucione el género, o al menos que haga que Rebel Transmute sea algo especial.
- Rebel Transmute debería formar parte de tu biblioteca si:
- Te gustan los metroidvania por encima de todas las cosas.
- Echas de menos la ambientación de los primeros Metroid.
- Buscas una buena historia de ciencia ficción.
No es para ti si:
- Buscas un juego revolucionario.
- Estás un poco cansado de jugar metroidvanias.
He jugado a Rebel Transmute en una Steam Deck gracias al código de prensa enviado por JanduSoft.