El remake de Little Big Adventure: Twinsen’s Quest busca modernizar el clásico de 1997 manteniendo su esencia nostálgica. A primera vista, consigue una notable renovación gráfica y sonora, que dota al mundo de Twinsen de un nuevo nivel de detalle y encanto. Sin embargo, al profundizar en la jugabilidad, queda claro que algunas mecánicas no han soportado bien el paso del tiempo, lo que afecta la experiencia general.
Un mundo renovado con alma clásica
El apartado visual es el punto más destacado del remake. Las islas de Twinsun lucen vibrantes y llenas de vida gracias a entornos detallados, animaciones fluidas y una paleta de colores que respeta el espíritu del original mientras lo moderniza. Asimismo, la banda sonora, reinterpretada con instrumentos reales y efectos más sofisticados, es un deleite que refuerza la atmósfera mágica del juego.
El guion y los personajes mantienen el tono peculiar y encantador del original, destacando por su mezcla de humor y aventura. Las mejoras en la interfaz de usuario, como un sistema de inventario más intuitivo y marcadores de objetivos, son bienvenidas para facilitar el acceso a nuevos jugadores.
Mecánicas que no superan la prueba del tiempo
Pese a sus logros visuales y sonoros, Twinsen’s Quest se ve lastrado por mecánicas jugables que no han sido adaptadas lo suficiente a los estándares actuales. La implementación de los modos de control (Normal, Deportivo, Agresivo y Discreto) sigue resultando rígida e innecesariamente compleja. Aunque se han realizado pequeños ajustes, cambiar entre modos para realizar acciones específicas continúa siendo engorroso y rompe el ritmo del juego.
Asimismo, el diseño de las misiones se siente arcaico. Muchas tareas requieren ir y venir constantemente entre localizaciones, lo que en 1997 se entendía como una forma de alargar la duración del juego, pero en 2024 resulta frustrante. Incluso con la adición de un sistema de viaje rápido, el tedio de estas idas y venidas se ve amplificado por un ritmo general que se percibe lento y anticuado.
Otro aspecto problemático es el combate. Aunque los controles han sido ligeramente optimizados, la detección de colisiones y la falta de precisión siguen siendo fuentes de frustración. Las peleas no logran ser tan dinámicas ni satisfactorias como en otros títulos contemporáneos, dejando una sensación de repetición y poca recompensa.
Nostalgia con reservas
El remake de Little Big Adventure: Twinsen’s Quest es un proyecto ambicioso que cumple a medias. Su renovado aspecto visual y las mejoras en la calidad de vida muestran respeto por el legado del original, pero la falta de ajustes profundos en las mecánicas jugables deja un sabor agridulce.
Es para ti si:
- Jugaste al original y ya conoces sus defectos jugables.
- No lo jugaste pero estás dispuesto a pasar por alto sus aristas.
Ché Sáez 