Cuando ponemos frente a frente las series de Halo y Fallout, hay algo que llama la atención. Mientras que la primera viene de una saga que está destinada a jugadores de edades más o menos tempranas, la de Bethesda apunta a un público adulto. Es decir, se supone que Halo tendría muchos más espectadores potenciales. Aparte de que Fallout ha vendido mucho menos y tiene menos juegos en su haber. Si a esto se le añade la inversión que se ha hecho en la franquicia de Microsoft, ahora bajo el paraguas de 343 Industries, nada parece tener sentido.
Años atrás, antes de las series de Halo, Fallout y otras basadas en juegos, hubo un nombre ligado a la expansión de la franquicia inaugurada por Bungie. Peter Jackson había triunfado con El Señor de los Anillos y se puso manos a la obra con una película o saga cinematográfica de Halo. Colocó al frente a Neill Blomkamp, el de District 9 (2009), Elysium (2013), Chappie (2015), Demonic (2021) o Gran Turismo (2023). Pero esto no pareció gustar en Xbox, con lo que se acabó el proyecto… cuyos efectos especiales y recursos previos se usaron en District 9, por cierto.
Luego hubo más intentos por parte de Microsoft, con producciones dignas de olvidar. Hasta que Steven Spielberg se ligó al salto de Halo, de los videojuegos, comics y libros a ser una serie para plataformas de streaming. Todo pintaba bien, pero la implicación del niño prodigio de Hollywood no fue tal como se esperaba. En fin, que estamos en 2024 y hay compañía, competición y críticas para las series de Halo y Fallout. Esta última, spoiler, se lleva la parte positiva.
Cosas que sí y que no en las series de Halo y Fallout
En España, se pueden seguir dos temporadas de la serie de Halo. Esta coincide en título con la saga de juegos. Pero es una adaptación. Es decir, los millones de jugadores, lectores de los libros y quien se ha empapado del universo que creó Bungie, se topa de frente con otra cosa. Es una especie de shock donde quien llega de nuevas no notará ningún trauma. Pero, claro, ¿y el resto?
En la serie de Halo hay personajes conocidos, naves, facciones y algunas localizaciones que comparten nombre con lo visto en juegos e imaginado por los libros. En la primera temporada, es como si nadie en el estudio responsable hubiera jugado antes. A ver, ¿a qué suena la combinación prisionera de guerra humana del Pacto? ¿Y romance entre el Jefe Maestro y esta? A lo menor en la cabeza de los productores era la bomba. Entre medias, se busca la tensión con la modificación de los Spartan, se muestra que hay cierto enfrentamiento dentro de la UNSC y que el Pacto es lo peor del Universo conocido.
Con la segunda temporada de la serie de Halo, empiezan a meter elementos que sí parecen inspirados en Halo Combat Evolved. Eso sí, John 117 no tiene nada de destacable y choca su forma de compartir experiencias con los compañeros. Se ha cambiado el protagonismo del Jefe Maestro para dar minutos en pantalla a secundarios. Algo que puede sonar a desperdicio, pero en realidad es más bien un despropósito. Eso sí, habrá a quien le guste ver un Master Chief débil, capullo y al que le salvan el culo sin venir a cuento. Lo peor es tener que esperar al último episodio para encontrarnos con algo de lo que esperábamos de esta adaptación de Halo.
Del tema de los efectos especiales, montaje, coreografía o lo que canten los CGI hablamos otro día. Pero queda un poco a gusto de cada cual, eso sí, con una irregularidad que canta por momentos.
Ahora, bien, en abril de 2024 ha llegado la serie de Fallout a Amazon Prime Video. Justo a tiempo para estrenar la lluvia de anuncios que incluye la suscripción básica y ante la cual queda el recurso de pagar 1,99€.
En Fallout se ha conseguido la estética de los juegos de Bethesda, tal cual, sin la mínima pega. La evolución de la franquicia desde sus entregas isométricas ha sido constante, pero no hay nada que criticar a lo que se ve en streaming. Quizá hay algunos lugares y eventos que no cuadran del todo, pero que no tienen por qué molestar.
La música de las series de Halo y Fallout también son como agua y aceite. Apenas se le saca partido a las composiciones de Michael Salvatori y compañía. Mientras en Fallout se pueden cerrar los ojos y sentir que estamos dentro de esta franquicia.
¿Qué podría haber ido mejor?
Bungie nos trajo una carta de despedida preciosa con Halo Reach. En ella, el protagonista no era el mismo que en los juegos anteriores (vale, hubo un DLC que vendieron por separado, llamado ODST que… es mejor olvidar). Lo que no hace la serie de Halo y sí hizo Reach es llamarnos la atención sobre los personajes, lugares y el encaje en un universo tan rico como el de Halo. La serie es un divertimento en el que no se encuentran ganas ni talento. Con momentos demasiado aislados que recordar. Da la sensación de haber puesto pocas ganas en crear algo que dure y sea parte de una franquicia tan inmensa como Halo.
En la serie de Fallout, con gente de Amazon MGM Studios y que viene de hacer Wesworld, todo parece tener sentido. Incluso lo que creemos que no debería estar, porque se carga algunas tramas de los juegos. Parece claro que Todd Howard, de Bethesda, ha metido mano con bisturí y ha disfrutado a la hora de mandar mensajes a antiguos compañeros de viaje. Lo de New Vegas, igual trae cola. Pero recordemos que Fallout está lleno de opciones y que el juego cambia si amas la bomba o si aprendes a vivir con ella, por ejemplo.
Y a ti, ¿qué te parecen las series de Halo y Fallout? ¿Las amas, las odias o todo lo contrario?
Ché Sáez 
Binary Domain 