Desde el primer minuto en Chasmal Fear, supe que no estaba ante un survival horror convencional. Este título independiente consigue capturar una tensión visceral gracias a su ambientación opresiva, su perspectiva de cámara estilo bodycam y una jugabilidad centrada en la supervivencia táctica más que en el combate directo. Es un juego que no da tregua, donde cada bala cuenta y cada pasillo oscuro puede ser el último que recorras.
La atmósfera es, sin duda, uno de sus grandes logros. La iluminación tenue, el diseño de sonido cuidadosamente calculado y la constante sensación de vulnerabilidad generan una inmersión absoluta. No es simplemente un juego de sustos: Chasmal Fear te hace sentir atrapado en una base submarina donde la claustrofobia y el peligro se filtran en cada rincón.
El juego también destaca por integrar bien sus mecánicas de supervivencia. La gestión de recursos es crítica: escasez de munición, botiquines contados y enemigos que no se vencen fácilmente invitan a pensar dos veces antes de tomar cualquier decisión. En más de una ocasión tuve que elegir entre defenderme o huir, y esa tensión estratégica es parte fundamental de la experiencia.

Además, la inclusión de un modo cooperativo le da un valor añadido. Poder compartir este infierno subacuático con otra persona no solo multiplica la diversión, sino que también permite encarar los retos de forma más táctica. Jugar con alguien de confianza potencia la tensión emocional y, en muchos casos, reduce la frustración que algunos escenarios puedan generar.
No todo es perfecto, claro está. El ritmo puede resultar lento, sobre todo por la forma en la que se mueve el personaje, algo torpe incluso tras ajustar la sensibilidad. También sentí que la narrativa necesitaba más peso: los escenarios carecen de identidad y no siempre comunican lo que está ocurriendo. Esto dificulta el vínculo emocional con la historia y con los eventos que se suceden.

Otro punto débil son los errores técnicos. Durante mis partidas encontré algunos bugs, especialmente en el modo cooperativo, que obligaron a reiniciar secciones completas. A eso se suma un sistema de guardado limitado que puede hacer que perder progresos tras una muerte sea más frustrante que desafiante.
Chasmal Fear es una propuesta ambiciosa que logra clavar su atmósfera y su tensión, pero que aún necesita pulirse para alcanzar todo su potencial. Si eres fan del survival horror más clásico, y disfrutas de experiencias intensas con un enfoque estratégico, este título tiene mucho que ofrecerte. Eso sí, prepárate para lidiar con algunas asperezas en el camino.
Te lo recomendamos si buscas pasar un mal rato jugando.