Un arcade desenfrenado que mezcla nostalgia, accesibilidad y creación de pistas con espíritu juguetero.
Desde el primer momento, Hot Wheels Let’s Race Ultimate Speed apuesta claramente por la diversión desenfrenada antes que por cualquier pretensión de realismo. Las pistas parecen diseñadas por un juguetero con exceso de cinética: la emblemática tonalidad naranja de los circuitos se transforma en loopings, rampas imposibles, pendientes invertidas y obstáculos gigantescos que recorres a toda velocidad. Esta estética visual —y de juego— es un guiño directo al universo de los juguetes y su adaptación televisiva, lo que le da un tono alegre, exagerado y bien alejado del simulador serio.
La conducción se ajusta perfectamente a ese diseño: los coches derrapan con soltura, los choques no penalizan de forma punitiva, y si sales volando del trazado, rápidamente eres “teletransportado” de nuevo al curso sin perder el ritmo. Esta accesibilidad lo convierte en una excelente opción para quienes buscan una experiencia de carreras informal, ideal para jugar en familia o con amigos en sesión local.
El sistema de elección de piloto y vehículo añade un matiz interesante. Cada corredor tiene estadísticas propias (manejo, velocidad, acrobacias) y los coches también cuentan con atributos específicos. Combinar personaje y vehículo adecuados supone una ligera curva de aprendizaje —sí, puedes elegir un coche veloz pero difícil de conducir, y pagarás las consecuencias— lo que añade rejugabilidad sin complicar demasiado la experiencia. A esto se suman calcomanías que ofrecen perks, habilidades especiales como obstáculos o boosts, y una buena variedad de vehículos clásicos de la marca que harán las delicias de quienes crecieron con ellos.
Uno de los puntos más destacables es el modo de creación de pistas (“Track Builder”). Más allá de un simple editor libre, el juego te introduce mediante tutoriales a cómo encajar bucles, rampas y secciones inclinadas antes de dejarte montar tus propias locuras. Esto amplía notablemente la vida útil del título: después de recorrer las pistas propuestas, puedes construir las tuyas, retocar y volver a competir. Resulta ideal para sesiones casuales o para unir a varios jugadores que quieran improvisar su propio caos.

En cuanto a modos de juego, la propuesta básica incluye carreras de copa, pruebas de velocidad y libres, con distintas velocidades ajustables (lento, medio, rápido, ultra) para adaptar la experiencia a la audiencia. Es un buen detalle para niños, adultos o grupos mixtos. El multijugador local para hasta cuatro jugadores añade ese plus de momento compartido que muchos títulos de carreras no logran bien: aquí se siente natural el “pasar el mando”, competir con hijos o amigos, y disfrutar del espectáculo sin frustraciones graves.
Ahora bien, no todo es perfecto. La simplicidad de la conducción, la detección amigable de salidas del trazado y el enfoque claramente orientado a un público joven o casual también implica que los veteranos del género de carreras “serias” puedan sentirse algo decepcionados. Si buscas simulación, profundidad mecánica, gestión de presión de neumáticos o configuraciones finas de coche… este no es el juego para ti. Las mecánicas están diseñadas para diversión inmediata, no para reto extremo o complejidad. Además, si bien la personalización de vehículos y perks existe, no alcanza las cotas de profundidad que otros juegos de colección/carreras ofrecen: la curva de progresión puede sentirse ligera.
Por otro lado, visualmente y a nivel de sonido, el juego cumple sobradamente respecto a su propuesta: colores vivos, ambientación estilo caricatura, personajes con voz, música enérgica que acompaña bien al ritmo frenético. Se aprecia claramente que el título sabe quién es su público objetivo. Y aunque algunos elementos podrían haber sido más finos —por ejemplo, efectos de sonido más contundentes, o algún nivel de variedad extra en el trazado inicial— el conjunto transmite el “espíritu Hot Wheels” con eficacia.

Para concluir, Hot Wheels Let’s Race Ultimate Speed es un título que sabe jugar sus cartas. No pretende ser la nueva referencia de simulación automovilística, sino un arcade animado, divertido, accesible y bien diseñado para quienes desean reírse, derrapar y construir locas pistas de juguete con velocidad. Si eres padre/madre que quiere una experiencia de carrera para compartir con sus hijos, o simplemente quieres algo ligero y entretenido para jugar en grupo, este juego es una apuesta sólida. Si en cambio eres aficionado al realismo extremo o la conducción técnica, podrías quedarte con ganas de más. En su rango, sin embargo, cumple con creces y lo hace de forma simpática y desenfadada.
Recomendado para jugadores casuales, familias, fans de Hot Wheels y amantes de los arcades de carreras con espíritu juguetero.
| Desarrollador | Bamtang Games |
| Editor | GameMill |
| Género | Carreras arcade, familiar, creación de pistas |
| Plataforma | PC, consolas (por confirmar) |
| Duración estimada | Sesiones de 10–30 minutos, rejugabilidad alta |
| Estilo visual | Caricatura 3D, estética juguetera, colores vivos |
| Mecánicas | Derrapes, boosts, perks, creación de pistas, multijugador local |
| Idiomas disponibles | Español, inglés y más |
| Fecha de lanzamiento | 24 de octubre de 2025 |
| Precio estimado | 39’99€ |
| Página oficial | Hot Wheels Let’s Race™: Ultimate Speed en Steam |

