Blue Prince es una de esas joyas que aparecen cada cierto tiempo en la escena indie para dejar huella. Desarrollado con una visión única y una ejecución meticulosamente cuidada, este juego creado por Dogubomb nos invita a explorar Monte Holly, una mansión en la que cada amanecer transforma su estructura y oculta nuevas pistas, desafíos y secretos.
Su premisa gira en torno a llegar a la enigmática habitación 46, un objetivo que parece simple al principio, pero que se convierte en una obsesión en cuanto se desvelan las capas narrativas y mecánicas que lo rodean.
Desde el primer momento, Blue Prince rompe con las convenciones del género. No se limita a ser una aventura narrativa, ni un simple juego de puzles o un roguelite tradicional: es una mezcla única donde la estrategia, la observación y la experimentación constante son claves. Cada partida es distinta, no solo en estructura, sino también en lo que aprendes: tanto el gameplay como la historia se revelan lentamente a través del fracaso, la repetición y la intuición del jugador.
El juego ha llegado día uno a Xbox Game Pass y PlayStation Plus, lo que garantiza una exposición masiva desde el primer momento. Esto no solo amplifica su alcance, sino que también lo convierte en una experiencia colectiva: millones de jugadores podrán compartir teorías, estrategias y descubrimientos en tiempo real. Es un ejemplo perfecto de cómo los servicios de suscripción pueden impulsar títulos con propuestas originales y darles la visibilidad que merecen.
No es casualidad que medios especializados ya lo estén señalando como el posible GOTY indie de 2025, ni que desarrolladores de otros éxitos como Inscryption lo estén elogiando públicamente. Blue Prince comparte ese ADN: un juego que confía en la inteligencia del jugador, que no da todo masticado, y que premia la curiosidad y el pensamiento lateral.
Con un apartado artístico enigmático, una banda sonora atmosférica y una historia que se desliza entre lo onírico y lo inquietante, Blue Prince no es solo un juego, sino una experiencia que te atrapa y te invita a volver, una y otra vez, buscando respuestas. ¿Llegarás tú a la habitación 46? Lo que es seguro es que el viaje merecerá la pena.
Te lo recomendamos si te gustan los juegos indies que te atrapan hasta terminarlos.
No es para ti si buscas un juego lleno de acción y explosiones.