21 noviembre, 2024

Análisis de Enchanted Portals: Peor de lo esperado

Cuando se anunció Enchanted Portals, allá por 2019, le cayó una tormenta de hostias tremenda. Es una copia de Cuphead, mi Cuphead no se toca, decían los exaltados. Como si no existiesen juegos que han copiado descaradamente a otros títulos anteriores resultando tener una entidad y éxito propios al final. ¿Acaso Castlevania Symphony of the Night no coge muchísimos elementos de la saga Metroid de Nintendo? Lo mismo pasa con los fabulosos Uncharted, ya nadie se acuerda de que al ser anunciado su primer juego fue acusado de plagiar a Tomb Raider. Curiosamente años más tarde fue la última trilogía de Lara Croft la que sufrió el hate en redes sociales al ser acusada de querer parecerse demasiado a los juegos de Nathan Drake.

Quiero decir con todo esto que no tiene nada de malo que un juego se inspire de forma más o menos evidente en un éxito anterior. De verdad que el problema de Enchanted Portals no es que se quiera parecer a la obra de Studio MDHR. Lo malo es todo lo demás. Y lo peor es que todos sus errores se magnifican al compararlos de forma tan directa con la genialidad de Cuphead.

Echanted Portals Gameplay en Xbox Series X

Lo de los gráficos

Y es que todo lo que Cuphead hace bien, Enchanted Portals lo hace de forma mediocre o directamente mal. El apartado visual es lo primero que llamó la atención del juego de Xixo Games Studio. Que un estudio formado por dos personas pretendiesen realizar un juego completamente animado a mano ya era bastante sorprendente. Gracias a los primeros tráilers ya pudimos comprobar que la animación de Enchanted Portals no era de tan alta calidad como la de su ejemplo a seguir, pero no se podía negar que tenía su gracia. Era bastante apañada y claramente superior a lo que se suele ver en juegos de este tipo.

Pero al jugar a la versión final nos llevamos el primer chasco. La animación de la intro es la misma que llevamos viendo cuatro años y la primera fase está bastante apañada. Los jefes también tienen una calidad superior al resto del juego. Ocurre lo mismo que con las películas de Adam Sandler, todo lo bueno ya lo hemos visto en el anuncio y todo lo demás… todo lo demás tiene un calidad muy inferior.

Lo primero que llama la atención es que en el juego sólo un puñado de clases de enemigos. El que nos persigue, el obstáculo inmóvil e inmortal, el que nos dispara impidiendo el paso y los que surcan veloces la pantalla, que debemos esquivar a toda costa. En cada nivel aparecen una variante de cada tipología. Sólo una. En el primer nivel atravesamos un bosque para llegar a un hotel fantasma y nos enfrentamos a una bruja como enemigo final. Muy apañado casi todo, enemigos, fondos… Sale el primer enemigo con animación regular, pero es al llegar al segundo mundo ya empieza el horror.

El segundo nivel, el nivel Sci-fi, hace que se rompa toda la ilusión que sustentaba el apartado gráfico de Enchanted Portals. De repente todo está poco trabajado. Los fondos son planos y los enemigos tienen animaciones mucho más simples. Da la sensación de estar en un juego Flash de los que pululaban por webs como Newgrounds. Y no sólo pasa en esta fase. Al tener tantos caracteres mal animados de golpe es cuando te das cuenta de que todo el juego combina personajes cuya animación tiene mucho trabajo con otros que casi son estáticos y se limitan a unos pocos frames puestos en bucle.

A partir de ahí el resto de niveles vuelven a mejorar sus fondos pero la magia ya ha desaparecido. No podemos dejar de ver que muchos personajes están animados sin ganas. Los enemigos finales vuelven a subir el listón de forma considerable. Conscientes de ello los desarrolladores han hecho que a partir del quinto mundo el combate contra bosses sea más común, llegando al punto de que el último nivel es sólo una sucesión de jefes o un jefazo con multitud de fases muy diferenciadas.

Lo de los controles

La cosa es que los gráficos no son lo más importante a la hora de jugar y mucho menos si hablamos de un título indie. De modo que el hecho de que las animaciones de Enchanted Portals sean regulares se podría pasar por alto si fuese un buen juego, si fuese divertido echarse una partida solo o con un amigo. Pues no.

Desde el principio es todo un quiero y no puedo. Se le ven ganas y buenas ideas, pero también que sus autores no se han parado a analizar los detalles que hacen que un buen título run and gun sea capaz de enganchar al jugador. Para empezar el control es muy patoso, utiliza casi cada botón del mando de Xbox para hacer algo pero no te lo explica en ningún momento de la partida. Te sueltan en el juego y te dicen mediante una imagen que a los enemigos se les dispara y a los obstáculos se les abofetea, pero en ningún sitio te indican cuál es el botón que debes usar para cada cosa.

Hay enemigos que tienen un color determinado, rojo, verde y azul. Debes matarlos con el arma de ese color. Muy buena idea, es un gran añadido. Pero nadie de lo explica dentro de la partida a Enchanted Portals. El marcador de vida consiste en la cara del personaje más sonriente o con cara de dolor y a su alrededor se van generando una serie de trazados blancos. He pasado un buen rato creyendo que esas rayas eran la vida. Pero resulta que es una magia que se va acumulando y que puedes usar para potenciar tus disparos durante un rato. Como podéis imaginar esto tampoco se explica dentro del juego.

También tienes doble salto e incluso puedes pulsar un botón para estar quieto mientras lanzas hechizos. Esto último, por cierto, es un apaño rápido para corregir que el juego es bastante incontrolable y que no hay forma de moverte y disparar al mismo tiempo si chocar contra algo que te haga daño. El caso es que todos estas posibilidades de acción las he descubierto mirando unas simples instrucciones que están escondidas dentro del menú de opciones. Una vez que he aprendido que además puedo bloquear y deslizarme (acciones ambas resueltas de la peor forma) ya he podido avanzar un poco más en el juego, porque hasta entonces me limitaba a correr huyendo de los enemigos que tenían otro color pensando que eran inmortales

Lo de los enemigos

Pues bien, aunque sepamos hacer todo esto la cosa no mejora porque la aparición de enemigos es completamente aleatoria y no está limitada de ninguna manera. Esto hace que muramos constantemente porque las rutinas de varios enemigos combinadas dan como resultado momentos de pérdida de vida inevitable. Esto se agrava cuando Enchanted Portals se pone plataformero y nos obliga a saltar mientras somos asediados por una cantidad ridículamente alta de enemigos que nos hacen caer en mitad de un salto con la consecuente perdida de vida y atasco en un punto que no podemos pasar porque cada vez hay más minions que nos atacan y menos sitio para maniobrar.

Para colmo las fases están alargadas de forma artificial para que el título parezca más largo. Pero estos niveles que duran tanto rato no aportan nada nuevo, el juego es siempre igual, cada nivel tiene los mismo enemigos desde el principio hasta el final y los fondos tienden a reciclarse dentro de cada fase dando la sensación de correr por la casa de los Picapiedra o de Tom y Jerry. Esta dificultad aleatoria hace que nuestro éxito o fracaso dependan completamente de la suerte y no de nuestra habilidad.

Al final lo normal es optar por bajar la dificultad, de esta forma al menos aguantas más golpes antes de morir, lo que unido a un poco de suerte hace que avances en el juego y veas los enemigos finales, que son el verdadero espectáculo de Echanted Portals. Estos enfrentamientos contra grandes jefes son lo mejor del juego, aunque no penséis que llegan a salvar los platos.

Lo de los jefes

Los jefes de Echanted Portals son espectaculares y cuentan con varias fases cada uno, en los últimos casos se podría decir que demasiadas fases. En cada una de esas mutaciones el boss cambia de ataques de forma radical y en algunas ocasiones llega a ser entretenido aprender a superar esa parte. Pero sólo en ocasiones, porque en general los ataques de estos enemigos finales son nuevamente aleatorios e impredecibles. Difícilmente podemos hablar de patrones y en ningún caso vemos cuándo nos van a golpear, simplemente lo hacen.

Los bosses de los buenos juegos avisan cuándo van a tirarnos lo más gordo. Hacen un gesto previo, suena algo llamativo, un rayo surca el cielo o en el caso de algunos grandes jefes de FromSoftware simplemente la música cambia de cadencia. Estas señales son más o menos perceptibles y nos avisan con mayor o menor antelación para que podamos esquivar o preparar nuestro contraataque. Sea como fuere, estos avisos están ahí, deben estar ahí para que un enfrentamiento contra un jefe sea justo, para que el jugador tenga algo que aprender cuando muerte. Una lección que aplicar en el siguiente intento.

Pero esto no sucede en Enchanted Portals y es sólo otro detalle que indica que el duo de desarrolladores que forman Xixo Games no han sido capaz de fijarse en los detalles que hacen que Cuphead sea un juegazo terriblemente bueno. No son los gráficos, no se trata de lo simpáticos que resulten los protagonistas o sus adversarios. Un juego debe ser jugable y eso se hace a través de pequeños detalles que faciliten o entorpezcan su partida, que le hagan querer hacer un nuevo intento contra ese jefe tan cabrón.

Resumen

Enchanted Portals carece completamente de ese espíritu y no entiendo cómo ha llegado al mercado de esta forma. No es un juego, es una idea, un concepto sin pulir. Le falta alguien que coja el control de sus personajes y lo pula, que haga que ese dash sirva para esquivar, que ese escudo se despliegue en el momento justo. Que los enemigos tengan patrones que dificulten el camino del jugador pero se puedan esquivar siempre, que no se crucen varios elementos adversos por fruto del azar haciendo imposible la salida indemne del jugador. Sentir como cada muerte es culpa nuestra y no del juego.

En resumen Enchanted Portals no debería haber llegado así a las tiendas. Igual que Martin Birch se plantaba frente a Iron Maiden y les decía esta canción es demasiado larga o ese solo de guitarra sobra, los productores de Enchanted Portals deberían haber frenado este estropicio, haber recogido todo lo bueno que hay en el programa, que lo hay, y haber corregido y pulido prácticamente cada tramo de la partida para que Enchanted Portals fuese al menos disfrutable aunque no llegase a ser la obra maestra en la que se fija. Pero los productores de videojuegos igual que los musicales a veces se limitan a recoger el producto y sacar beneficios. Tal y como está es simplemente un juego fallido.

Te gustará si:

  • Has venido por el morbo de ver a alguien rodando por las escaleras.

No te gustará si:

  • Desgraciadamente lo normal es que no te guste.

By Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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