Análisis de After Wave Downfall: al agua marcianos

After Wave: Downfall sigue la extensa tradición de juegos de navecitas con vista vertical trasera, como Axelay, Iridion 2 y otro montón más de los que me acuerdo perfectamente pero no quiero nombrar por no apabullaros (mentira). Aunque en este caso cambiamos surcar el espacio infinito por descender ríos a toda velocidad, la nave espacial por una lancha motora cargada de armas y los aliens por fauna fluvial.

After Wave Downfall Gameplay en XboxManiac ‐ Hecho con Clipchamp

Tunguska se repite

Sí amigos, aquí vamos a pegarle cañonazos a una serie de lindos animalitos que amenazan con acabar con la vida humana. Porque sí, porque After Wave: Downfall es un desparrame de juego en el que la historia es una mera excusa para descargar nuestros blásters sobre objetivos móviles mientras esquivamos cientos de balas rivales. Al principio se nos cuenta que una asteroide ha caído en la Tierra y la flora y fauna se ha vuelto decididamente rabiónica. Como si los pobres animalillos tuviesen la rabia, pero con mortales disparos láser de brillantes y alegres colores.

Así que elegimos a uno de los protagonistas y nos lanzamos río abajo a disparar a los enfurecidos furros, con divertidísimas consecuencias jugables. After Wave pasa por ser el primer título del estudio SleepPlaying que ha aterrizado en Steam, aunque se le nota lleno de energía y buenas ideas.

Empezamos After Wave con tan solo tres personajes seleccionables y un solo modo de juego: nivel fácil. Pero tranquilos, que según vayamos jugando ganaremos puntos para desbloquear otros tres personajes o mejorar nuestras armas y escudo. Además cada uno de los personajes posee tres tipos de proyectiles y una bomba que los diferencia enormemente del resto de compañeros, a la vez que los hace compatibles entre sí a la hora de jugar a dobles.

¿Modo fácil? Yo soy el amo de los Bullet Hell

Sí, claro. Y yo me paso Metal Slug con un solo crédito cuando me da la gana. Pero sólo en mis vídeos de YouTube, en directo me matan mil veces porque resulta que soy muy tímido. Pues sí, After Wave empieza ofreciéndonos tan solo el modo fácil. Pero eso tiene una explicación: es un juego que va de menos a más. Ese modo fácil sólo tiene los cuatro primeros niveles de After Wave Downfall. En el modo normal tendremos unos cuantos más y si queremos jugar a las diez fases tendremos que desbloquear la dificultad más elevada.

La primera partida es un paseo, esto es así, pero según vayamos escalando en los niveles el reto se multiplicará. No sólo los enemigos serán más puñeteros, además los enemigos finales tendrán más barra de vida que destruir y por lo tanto los enfrentamientos durarán más tiempo. Esto les dará oportunidad para desplegar más estratagemas. Y luego están los niveles que añade cada modo de dificultad, con escenarios cada vez más abiertos, con enemigos cada vez más alocados y menos… terrícolas.

Vamos, que cada nuevo peldaño de dificultad cambia el juego completamente. Por suerte After Wave nos premiará con una serie de puntos en cada partida, los que podremos usar para invitar a más personajes y para modificar el juego a nuestros favor. Cada vez que gastemos puntos modificaremos la experiencia de partida, empezando con más vida, recarga de armas más corta o mayor número de bombas especiales. Y la inclusión de un escudo para protegernos cuando la cantidad de balas en pantalla nos haga imposible esquivarlas.

La música

Entras en After Wave, opciones, bajas la música. Solucionado.

En definitiva

After Wave Downfall es un shoot’em up vertical con gráficos modernos 3D pero corazón pixelado, con un raudal de extras que ir desbloqueando y un torrente de diversión tanto en solitario como jugando con un amigo. Actualmente está disponible por algo menos de diez euros en Steam y un poquillo más si lo quieres jugar en Xbox.

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