En Seth, de Chaotic Games, tomamos el control del dios del desierto egipcio en una cruzada épica contra Apophis, la encarnación del caos. Este título independiente combina la intensidad de un Fast-FPS con la imprevisibilidad de un Rogue-Lite, sumergiéndonos en un ciclo constante de combate, muerte y resurrección. Pero Seth no solo apuesta por la acción rápida: busca diferenciarse con mecánicas que premian el riesgo y la agresividad.
La premisa es clara: el jugador debe enfrentarse a hordas de enemigos implacables y jefes despiadados en un universo de estética mitológica y tono implacable. Cada partida es distinta gracias a elementos procedurales, habilidades divinas que se combinan y mejoras permanentes entre runs.
Pero lo que realmente destaca es su sistema de combate. Lejos de limitarse a disparar sin parar, Seth introduce una mecánica de escudo basada en el “recojo de almas”. Al derrotar a los enemigos, el jugador puede absorber su esencia para recuperar su defensa, pero debe hacerlo rápidamente y mantenerse cerca del cadáver antes de que su alma escape al inframundo. Esta decisión de diseño añade una capa táctica: ¿arriesgarse para recuperar el escudo o mantenerse a salvo y exponer la barra de vida?
La variedad de armas no se limita al daño que infligen: cada una ofrece una forma distinta de afrontar el combate. Desde un arco con habilidad para ralentizar el tiempo, hasta una escopeta equipada con gancho para atraer enemigos o alcanzar plataformas, el juego invita a experimentar. A esto se suma el uso del cuerpo a cuerpo, hechizos y un dash bien integrado, haciendo que cada enfrentamiento sea dinámico y rejugable.
Seth apuesta fuerte por una mezcla de géneros que puede recordar a títulos como Doom Eternal o Hades, pero con identidad propia. Su ritmo frenético, junto con mecánicas de riesgo y recompensa, armas originales y una ambientación mitológica bien integrada, lo convierten en una propuesta fresca dentro del panorama indie. Pese a que lo que hemos podido jugar tiene buena pinta, Seth sigue sin fecha de salida. Toca esperar.