Ha habido críticas antes de llegar, pero al poner en la palestra The Division vs Destiny en Xbox One, vemos que se trata de dos juegos mucho más diferentes de lo que su aspecto sugiere. Ambos se enfocan al multijugador online, sí, pero quizá acaben ahí las similitudes. Con uno que lleva un par de años en nuestras consolas y otro que está a punto de caramelo, tras unas cuantas betas para afinar antes de llegar.
El motivo principal de este The Division vs Destiny en Xbox One es aclarar las cosas. Porque se ha hablado mucho sobre la posible migración masiva de los jugadores del título de Bungie al de Ubisoft. Algo que, seguramente, sucederá de primeras. Pero, aún quedan semanas para ver cómo se desarrolla este primer asalto entre pesos pesados por parte de dos compañías líderes en esto de generar millones.
The Division vs Destiny, ¿Quién gana?
Hemos sabido que este año no habrá un Assassin’s Creed de los grandes, de esos que salían anualmente y nos hacen ver asesinos por todas partes. De ahí que en Ubi se deban tomar los otros lanzamientos como algo algo excepcional. The Division puede llevarse buena parte de los recursos de la compañía en este 2016, aunque ya hemos visto que tienen músculo para lanzar también un Far Cry Primal antes de verano. Pero vayamos por partes.
La ambientación de The Division vs Destiny ofrece una diferencia notable. El nuevo en el barrio nos traslada, en principio, a New York. Una ciudad devastada por una infección provocada por el hombre, ¿verdad? Es decir, la justificación está cerca, en algo que sale en los periódicos y puede suponer una amenaza creíble. Muy en la línea de la factoría Tom Clancy’s, que es la que nos trae la historia.
Destiny, por su lado, sigue la línea de Bungie. Con extraterrestres, amenazas que van más allá de nuestra atmósfera y varios planetas en los que vérnoslas con los malos. Aunque, al final, sintamos algo de cercanía, porque el juego no da esa sensación de estar a unidades astronómicas de la Tierra.
Precisamente, los malos son otro de los puntos que diferencian cada juego. Con humanos en uno y extraterrestres en otro. Aunque nos encontremos mutantes en ambos. Pero está claro que no se parecen tampoco en esto. Los enfrentamientos en compañía, cada misión, en Destiny puede ser algo épico. Con enemigos realmente grandes, como tiene que ser en un entorno tan fantástico.
En Tom Clancy’s The Division tenemos personas como nosotros, que han quedado atrapados en el otro lado. No sabemos si el suyo es el equivocado o no, con lo que la cosa puede ser mucho más complicada a nivel argumental que en el caso de Destiny. Recordemos que Bungie se dejó muchas cosas en el tintero y desde la desarrolladora han reconocido que no han sabido explicar la base para mucho de lo que pasa en su juego, a la espera de otra gran actualización para este año, antes del supuesto Destiny 2 de 2017.
Las armas de cada juego nos ofrecen experiencias muy diferentes. Sobre todo, en los modos difíciles. Porque si vamos a la Zona oscura, ese PvP de The Division, veremos que las cosas se complican. Pero que cada impacto cuenta y se nota. El juego de Ubisoft transmite sensaciones muy viscerales cuando ponemos las cosas difíciles, con momentos en que debemos retirarnos y reagrupar las fuerzas. Con tácticas calcadas de otros juegos, como Rainbow Six Siege, y las unidades de élite reales. En Destiny, por su lado, los escenarios más abiertos y la variedad de equipo hace que la experiencia sea más parecida a Halo, por ejemplo, con un estilo más épico por momentos.
Si volvemos los escenarios, vemos que los pasillos de Destiny suelen ser meros corredores que conectan zonas de combate. En The Division, pueden ser la llave para superar una misión. Con estrechamientos para tender emboscadas y una sensación de agobio que Destiny solo transmite la primera vez que vemos una zona. Es una opinión personal, pero consensuada entre varios de nosotros, claro.
The Division vs Destiny: RPG
La personalización es otro de los puntos en los que The Division vs Destiny pueden quedar en empate. Pero, de salida, el título de Ubisoft puede aportar muchas más opciones de las que tuvo el de Activision/Bungie de primeras. Eso sí, los meses no pasan en balde y tanto Xur como los ‘micropagos’ han hecho de Destiny algo grande en este sentido. Aún así, lo cotidiano de las armas y complementos de The Division pueden hacer que personalizar personajes y complementos sea todo un vicio. Sobre todo, tras las declaraciones de que no habrá que pagar con dinero real y podremos usar la moneda del juego para acceder a ¿todo?
A nivel visual, si dejamos de lado la ambientación, el tiempo que ha pasado en Destiny desde su lanzamiento le ha hecho mucho bien. En Bungie no se han dormido y poco tiene que ver lo que recibimos en un primer momento con lo que tenemos ahora. La resolución de pantalla, las texturas, colores y efectos hacen de Destiny un juego espectacular que el tiempo ha mejorado. Por su lado, The Division parte con la ventaja de tener una máquina más madura para funcionar. Que el objetivo de los 1080p parece más fácil de lograr ahora en Xbox One y que toda la estructura online ha mejorado enteros en los últimos años. Así, vemos muchos detalles en las calles sucias de The Division, mientras que el equivalente en Destiny da la sensación de ser un poco antiguo. Cosas de haber salido mucho antes y que los parches se hayan centrado en otros aspectos.
Para el apartado online, tenemos PvE y PvP diferenciados en ambos casos. Aunque en The Division, su Zona Oscura parece mucho mejor integrada que el Crisol de Destiny. Es parte de la historia y del juego, que nos invitará a entrar en esa parte más peligrosa para recuperar material y esperar que el equipo de recogida llegue a tiempo.
Las sensaciones que transmite este The Division vs Destiny son claras. Estamos ante experiencias muy diferentes, por ambientación y opciones, pero que parecen enfocadas al mismo tipo de jugador. El que quiere un shooter online en el que haya algo más que hacer. Con elementos de rol, desarrollo de personajes y un trasfondo que es donde verdaderamente se diferencian. Puede que te guste más una historia creíble, hasta cierto punto, o algo donde el único límite sea la imaginación de sus responsables. Aquí es donde más se diferencian ambos juegos. Así que solo nos queda esperar unos meses para comparar el desarrollo de Tom Clancy’s The Division y saber si aguanta el paso del tiempo mejor que su supuesto oponente.