Se ha hablado mucho de cómo nos reconocerá Kinect en Xbox One. Sin embargo, con Xbox 360 hubo muchas opciones que se quedaron en el tintero. Parece que en Microsoft esperan aprovechar mejor su tecnología en la nueva generación y que, esas demos técnicas que vimos, se conviertan en algo real.
Aunque hasta el 22 de noviembre no podamos hacernos con una Xbox One recién salida del horno, gracias a Microsoft Research podemos adelantarnos un poco y descubrir en un par de vídeos el enorme potencial de la nueva versión de Kinect que acompañará de serie a la consola.
Desde hace ya unos años Microsoft ha demostrado un especial interés por ganar adeptos a su periférico, siendo la pieza fundamental de la estrategia de Xbox 360 durante los últimos años. ¿Un intento de atraer al ingente público que Nintendo se ha sacado de la manga desde el nacimiento de Wii, por poco que tengan? Quién sabe, aunque ni por asomo los de Redmond han conseguido emular a los de Kioto en ningún sentido.
Dejando de lado su éxito y su aportación al mundo de los videojuegos, que al fin y al cabo debería ser el objetivo de la presencia de un periférico en una consola, Kinect atesora una tecnología con muchísimas posibilidades que aún debe ser explotadas por los estudios para conseguir juntar una buena experiencia de juego con las bondades de la visión artificial.
Volviendo al tema, los dos vídeos que hoy nos acompañan nos muestran cómo reconoce y analiza Kinect a los usuarios, siendo capaz incluso de detectar el pulso de aquel que se ponga ante la televisión. La versión de Xbox One ha mejorado técnicamente de forma considerable respecto a la de Xbox 360, siendo hasta 10 veces superior en boca de algunos desarrolladores de Rare. Las cifras que circulan por la red apuntan a que procesará 2 GB de datos por segundo, capturará 30 imágenes por segundo y tendrá una resolución de 1080p.
Hablando de hechos, Kinect 2.0 será capaz de leer los labios de una persona en la oscuridad, atender a dos usuarios hablando a la vez, reconocer rostros gracias a un profundo análisis 3D o detectar con suma precisión el más mínimo movimiento de un dedo hasta a tres metros de distancia. Aun así, y pese a venderse de serie, Kinect no será obligatorio para disfrutar de las bondades de Xbox One. ¿Llegará antes de que termine el año algún juego que sepa aprovecharse de sus posibilidades?