Microsoft venderá Xbox One sin Kinect desde finales de mayo

Xbox One sin Kinect ya es oficial. Después de los rumores y tras siete meses en que no parecía justificada la obligatoriedad de adquirir Kinect junto a la consola, Microsoft ha dado otro giro a su política. Un cambio que puede significar mucho para el futuro de la plataforma, pues parece perderse una de las bazas más diferenciadoras frente a la competencia.

La inclusión de Kinect con cada Xbox One era una garantía para que los desarrolladores contaran con el dispositivo. Sin embargo, el uso que hemos visto de este ha sido muy limitado y las críticas sobre su eficacia no han cesado desde que llegó al mercado.

El anuncio de Microsoft no implica que deje de venderse Xbox One junto a Kinect, sino que habrá una versión de esta sin el dispositivo, a un precio recomendado de 399€. Asímismo, se podrá comprar el accesorio por separado a partir de septiembre.

Ahora, la duda reside en varios puntos que parecían resueltos mientras Kinect acompañaba a todas las Xbox One vendidas. Como qué papel jugará un dispositivo opcional, que no parece tener demasiada importancia en la mayoría de los juegos actuales. También, cómo se enfrentará Xbox One a PS4, después de meses en que la consola de Microsoft ha tenido una exclusividad gracias a Kinect y ahora la pierde. De paso, ahora que Xbox One sin el dispositivo tiene un precio oficial de 399€, ¿cómo verán los futuros compradores la competencia entre consolas, cuando PS4 ha alcanzado precios de menos de 350€, aunque el oficial se mantuviera también en 399?

Parece que la tarea de Microsoft por educar a los compradores va a ser muy dura, con un mercado en el que se ha asimilado la superioridad del hardware de PS4, gracias a que los juegos multiplataforma ofrecen mejor rendimiento en la máquina de Sony. Esperemos que el E3 2014 traiga un aluvión de juegos exclusivos, servicios y muchos argumentos que hagan recuperar la ventaja a Xbox, ahora que Kinect ha pasado a segundo plano.