La cueva del loot de Destiny es un lugar de peregrinaje incluso a estas alturas, cuando ya ha desaparecido, para todos los guardianes que tengan algo de amor propio. No en vano, en dicha zona han pasado infinidad de horas una cantidad abrumadora de jugadores con tal de conseguir engramas y objetos fácilmente. Pues bien, Bungie ha querido tener un detalle al respecto en forma de huevo de Pascua.
La historia de la cueva del loot de Destiny es la siguiente: existía un lugar en la Tierra en el que los enemigos reaparecían cada 5 segundos y no cada 40 segundos, como en el resto de puntos de aparición. Dicho lugar era una cueva a la que podíamos disparar desde lejos, de tal manera que entrábamos en un bucle de muerte y destrucción infinita durante horas, acabando con bastantes enemigos de nivel bajo que poco a poco llenaban la zona de engramas y objetos para nuestros personajes.
Como cualquier enemigo en Destiny tiene la misma probabilidad de dejar engramas y objetos, ya sea un soldado raso o un jefazo, tenga el nivel mínimo o el legendario nivel 30, la zona era ideal. Bungie se percató de ello y, vía una actualización, hizo que la zona volviera a la normalidad. A cambio, mejoró el sistema de engramas para que El Criptarca fuera más benévolo con nosotros.
Pues bien, si ahora acudís a la cueva del loot de Destiny tras su último parche, encontraréis un montón de cadáveres en la puerta con las que podréis interactuar. Al hacerlo (manteniendo pulsado el botón X en Xbox One y Xbox 360), oiréis una voz susurrar que «un millón de muertes bastarán para el maestro Rahool«. Dicha frase hace referencia a El Criptarca (sí, aunque nos caiga mal tiene nombre) y además es un guiño a Dune, las novelas de Frank Herbert. Como una imagen vale más que mil palabras, echad un ojo al siguiente vídeo para entenderlo mejor:
Con este huevo de Pascua con la cueva del loot de Destiny, Bungie vuelve a demostrar una vez más su amor por los pequeños detalles. Y nos encanta, pese a que el juego tenga aún mucho que mejorar. Poco a poco.
XboxManiac 