Dying Light: The Beast llega con una propuesta innovadora dentro del género de supervivencia. Techland ha revelado un extenso gameplay de 30 minutos, permitiendo a los jugadores sumergirse en un mundo hostil donde cada decisión cuenta. En esta entrega, volvemos a encarnar a Kyle Crane, quien investiga una inquietante fábrica química controlada por los hombres del Barón. Este lugar es clave para entender los experimentos en los Chimeras, criaturas mutadas que redefinen el concepto de enemigo en la saga.
La jugabilidad enfatiza la estrategia sobre la confrontación directa. Es crucial evaluar el entorno antes de actuar, ya que los Biters, los zombis más comunes, pueden abrumarnos en grandes grupos. Para evitar enfrentamientos innecesarios, el uso de distracciones como señuelos resulta fundamental. Además, la presencia de los Virals, infectados veloces con cierta inteligencia residual, añade una capa extra de peligro, sobre todo cuando la noche cae y la amenaza se intensifica.
El entorno juega un papel esencial en la supervivencia. La exploración de edificios abandonados puede revelar recursos valiosos, pero también esconde trampas letales. Aquí es donde entra en juego la nueva mecánica Survivor Sense, que ayuda a detectar enemigos y evaluar el riesgo antes de avanzar. La ambientación se enriquece con un sistema climático dinámico, añadiendo variedad y dificultad a cada enfrentamiento. La diversidad de biomas, como pantanos, parques nacionales e industrias, contribuye a una experiencia más inmersiva.
Uno de los añadidos más destacados es la introducción de vehículos. En un momento crucial del gameplay, Kyle consigue una camioneta, ofreciendo movilidad y nuevas formas de interactuar con las hordas. Sin embargo, el desgaste y la escasez de combustible obligan a los jugadores a gestionar estos recursos con inteligencia. Este elemento refuerza la sensación de supervivencia y exploración.
El gameplay concluye con el enfrentamiento contra un Chimera gigantesco, revelando la mecánica del Beast Mode. Esta habilidad especial permite a Kyle desatar todo su potencial gracias a los experimentos a los que ha sido sometido durante años. Este aspecto añade profundidad al combate y ofrece momentos de gran intensidad.
Dying Light: The Beast estará disponible el 22 de agosto para PC, PlayStation 5 y Xbox Series SX. ¿Estás listo para afrontar este nuevo desafío?