29 abril, 2024

Timewinder: A vueltas con el tiempo

Timewinder aparecía entre muchas de las listas de juegos indies a tener en cuenta que se han elaborado en los últimos meses, llamando la atención entre el resto precisamente porque su apartado visual no llama la atención. ¿Qué hace ahí este juego en apariencia tan simple? ¿Por qué ha llamado la atención de quienes lo hemos jugado? Te lo cuento.

Timewinder Official Trailer

Si Timewinder llama la atención, como ya has podido imaginar, es por su jugabilidad. En principio parece muy sencilla: el personaje es capaz de saltar e impulsarse en el aire para llegar a plataformas lejanas, además de poder rebobinar el tiempo para hacer ciertas cabriolas con el escenario. Cada vez que retrocedemos aparece otro yo que repite nuestras acciones anteriores al rebobinado. Para colmo, a lo largo de la aventura no vamos a adquirir nuevas habilidades. Todos los puzles que nos encontremos van a estar basados en estas dos habilidades.

Durante las primeras fases parece que va a ser un juego más del montón, que lo vamos a superar a la primera gracias a haber jugado a títulos similares. Hay un camino principal y otro alternativo, algo menos obvio, en el que recogemos una serie de ítems coleccionables. Además en esos primeros niveles podemos verlos mientras seguimos el camino normal. Todo está orquestado para que pienses «esto está hecho por principiantes, va a estar tirado». No.

Existen botones para abrir puertas consistentes diamantes que flotan en el aire y que se activan estando parado en él, cuando te mueves la puerta vuelve a cerrarse. Es muy naíf, pero funciona. El truco está en quedarte un rato parado en el punto exacto, andar hacia la puerta y rebobinar para que nuestro clon fantasmal vuelva a ponerse sobre el diamante y se abra la puerta. Muy sencillo.

Igual de simple es ver que si necesitas que una plataforma móvil esté en el punto adecuado sólo tienes que saltar y retroceder unos segundos hasta que se coloque bajo tus pies. La sensación de sencillez e ingenuidad está ahí durante un par de niveles. Luego te encuentras ante un pequeño añadido y un acertijo sencillo en apariencia, pero que te hará replantearte la perspectiva que habías adquirido frente a Timewinder y sus creadores. Y la madre que los parió.

Si te chocas con tu yo rebobinado… pof. Esto ya nos lo enseñó ese gran divulgador científico llamado Van Damme en su obra magna: Time Cop. La misma materia no puede ocupar el mismo espacio o te vas cagar con las consecuencias. Pero Timewinder añade algo más. El yo fantasmal no puede tocar ningún objeto que no estuviese ahí en el momento anterior, su cuerpo espiritual no debe estar en el mismo lugar que otro cuerpo. Y eso con plataformas, puertas y otros objetos móviles en continuo desplazamiento y rebobinado acaba siendo un dolor de cabeza.

El juego cuenta con niveles que parecen sencillos una vez que los has entendido tras una docena de intentos. Ese tipo de puzles que te hacen pensar «pero seré gilipollas» de lo obvios que son una vez que te has dado cabezazos contra la pared durante media hora. Luego están las partes de plataformas, que se van haciendo cada vez más complicadas. Tener que moverte a toda velocidad por el estrecho camino que queda entre un montón de pinchos se acaba convirtiendo en lo normal. Los creadores de Timewinder son maquiavélicos, con unos picos de dificultad de esos que da gustico superar.

Los gráficos son discretos pero funcionales. Igualmente otros apartados técnicos son propios de un estudio novel y carece de menú de configuración. Se agradecería poder cambiar los controles, sobre todo porque el mapeado de botones en un mando es curioso, por no decir algo peor. Tampoco estaría mal poder resetear el progreso completo o poder mantener varias partidas grabadas al mismo tiempo.

Aún con todos sus males funciona a las mil maravillas como juego de puzles y como plataformas. Tiene una curva de dificultad llena de altibajos que te mantiene despierto sus pocas horas de duración. Timewinder es cabrón y satisfactorio a partes iguales, no muy brillante en lo visual pero sí en lo jugable.

Te gustará si:

  • Eres amante de los retos, tanto de habilidad como mentales.
  • Tienes paciencia para repetir muchas veces un nivel.

No es para ti si:

  • Basas tus compras sólo en lo que se ve.

He jugado a Timewinder en un PC, porque en la Steam Deck no hay cristo que se aclare con los controles, gracias al código de prensa enviado por JRB a través de KeyMailer.co.

By Ché Sáez

Maestro del hipérbaton, señor de las bestias, inventor del humor sin gracia, dixlésico y taaa...rtadmudo.

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