Se ha especulado con el tamaño de Destiny en nuestros discos duros, pero ya parece haber una cifra redonda. Se estima que necesitaremos unos 40GB libres en nuestras Xbox One, aunque esta necesidad puede crecer con las descargas siguientes. Es decir, estamos ante uno de los juegos más grandes que se han hecho para consola, al menos en requisitos de instalación.
En cuanto a la instalación inicial, el tamaño de Destiny está en torno a los 18GB. Es lo que necesitamos si nos lanzamos a la precarga disponible en Xbox LIVE. Se supone que es lo básico para jugar, pero en cuanto nos conectemos a la Red empezarán a descargarse el resto de contenidos hasta completar esos 40GB iniciales. Esta mezcla entre instalación inicial o física si lo compramos en disco, más una online, parece no solo ser una solución contra la piratería. También puede aliviar un poco las esperas que han marcado a esta generación desde su inicio. Pero, de momento, nos obliga a dedicar hasta varias horas antes de empezar a jugar, según sea la velocidad de nuestra conexión a Internet.
La necesidad de espacio viene dada por las imágenes de la carátula original que ya se ven por Internet. Así que, en caso de que tu unidad esté ya saturada, puedes pensar en añadir una externa o, incluso, hacerte con la edición especial de Xbox One con Call of Duty Advanced Warfare. Su tera de capacidad puede ser la solución más elegante durante los próximos meses, hasta que este tamaño se convierta en estándar o sea sustituido por otro mayor. ¿Te imaginas una Xbox One con disco duro de más de 1TB de serie? Tampoco suena tan disparatado, con unidades para PC de 2TB por menos de 70€.
De todas formas, el 9 de septiembre está aquí y tendremos todos los datos en casa para dejarnos de dudas. Sobre todo, para eliminar una: ¿Está Bungie a la altura de lo que se espera de Destiny?