Marvel Cosmic Invasion: acción con superhéroes y píxel art

El beat ’em up de Marvel revive la esencia arcade con un maravilloso pixel art y cooperativo explosivo.

Marvel Cosmic Invasion llega como una carta de amor al beat ’em up clásico de los 90, combinando la fórmula arcade más reconocible con el universo de superhéroes de Marvel. Desarrollado por el estudio responsable de TMNT: Shredder’s Revenge, el juego hereda ese dominio del pixel art: animaciones fluidas, escenarios llenos de detalles y un estilo visual que capta al instante la nostalgia de las recreativas.

El roster es uno de sus mayores atractivos. Incluye desde pesos pesados como Spider-Man, Capitán América o Wolverine, hasta héroes menos conocidos —Nova, Phyla-Vell, Beta Ray Bill, Silver Surfer— que aportan variedad y frescura. Cada personaje tiene su propio estilo, y jugar con varios incentiva la experimentación.

La mecánica de “tag-team”, que permite llevar dos héroes y alternar entre ellos en mitad del combate, añade una capa extra de estrategia. También hay un sistema de progresión ligero que permite mejorar estadísticas, desbloquear pasivos o cambiar paletas de color. Nada demasiado complejo, pero suficiente para dar un toque moderno sin perder el espíritu retro.

Diversión pura en cooperativo… con un peaje en solitario

El juego alcanza su máximo potencial en cooperativo, tanto local como online. La acción se vuelve más caótica, divertida y dinámica, y es donde Cosmic Invasion demuestra mejor cuál es su verdadera esencia. En compañía, repartir golpes entre enemigos, combinar habilidades y probar distintas duplas de héroes resulta tremendamente satisfactorio.

En solitario, por el contrario, la experiencia es más irregular. La densidad de enemigos y algunos picos de dificultad en los niveles más avanzados dan la sensación de que el juego está pensado principalmente para jugar acompañado. Algunos jefes pueden resultar frustrantes cuando toda la presión recae en un único personaje, y ciertos tramos se vuelven más tediosos sin un segundo jugador que compense la intensidad del combate.

La duración también es un factor a tener en cuenta. La campaña es breve y está concebida para ser rejugada con distintos héroes, pero los modos adicionales son escasos, lo que recorta la vida útil del juego si no te engancha la experimentación continua con el roster.

Lo mejor

Uno de los grandes aciertos del juego es su dirección artística. El pixel art luce espectacular, con animaciones muy fluidas, escenarios llenos de detalles y un mimo evidente por recrear el espíritu arcade de los 90. Cada nivel está lleno de referencias visuales, pequeños guiños y elementos animados que hacen que avanzar sea un placer. A esto se suma un roster amplio y variado, repleto de personajes icónicos y otros menos conocidos que aportan diversidad jugable. La sensación de “quiero probarlos a todos” es constante y está muy bien lograda.

También destaca la mecánica de tag-team, que permite llevar dos héroes y alternar entre ellos para crear sinergias y mantener la acción fresca. Este sistema se complementa con una progresión ligera que añade un toque de profundidad sin romper el espíritu directo del beat ’em up. Finalmente, su cooperativo —tanto local como online— potencia al máximo la diversión: es un juego diseñado para reír, improvisar y encadenar ataques devastadores con amigos.

Lo mejorable

Aunque la base jugable es sólida, el título peca de cierto conservadurismo. No arriesga demasiado dentro del género y, en ocasiones, se nota que algunos personajes no tienen un repertorio de movimientos tan pulido o profundo como cabría esperar. Esta falta de equilibrio también se aprecia en el reto: en solitario, los picos de dificultad y la densidad de enemigos pueden resultar frustrantes, y la experiencia no siempre está ajustada al número de jugadores.

El contenido adicional también es limitado. Más allá de la campaña y el modo arcade, no hay grandes incentivos que mantengan a los jugadores enganchados durante semanas, lo que puede hacer que el interés se diluya más rápido de lo ideal. Unos cuantos modos extra o desafíos especiales habrían ayudado a reforzar la rejugabilidad.

Lo peor

En la versión para Xbox, al menos en nuestra experiencia, el juego presenta problemas técnicos notables en situaciones de mucha acción. En determinadas escenas con numerosos elementos moviéndose en segundo plano, se producen bajadas de frames que afectan a la fluidez del combate. Aunque no rompen el juego, sí resultan molestas en un género que depende tanto de la respuesta inmediata.

Además, ciertos movimientos concretos presentan bugs perceptibles. Las llaves de Hulka y algunos especiales de Wolverine pueden quedar congelados durante unos segundos, rompiendo el ritmo de la partida en momentos clave. Son fallos puntuales, pero lo suficientemente frecuentes como para mencionarlos. También se aprecia un desbalanceo claro entre personajes: algunos héroes están tan por encima del resto que eclipsan al roster, mientras que otros parecen estar incluidos casi como curiosidad para fans acérrimos, pero sin un verdadero rol competitivo o útil dentro del juego.

Conclusión

Marvel Cosmic Invasion es un beat ’em up honesto, divertido y muy bien presentado. Sabe exactamente qué quiere ofrecer: pura acción arcade, un pixel art sobresaliente y un montón de héroes con los que recorrer niveles llenos de enemigos. Sus mejores momentos llegan en cooperativo, donde su fórmula brilla con fuerza.

Sin embargo, algunos problemas técnicos, la falta de contenido adicional y ciertos desbalances del roster evitan que alcance cotas mayores. Aun así, si buscas un juego directo, cañero y perfecto para repartir mamporros con amigos, este es un título que cumple con nota en lo que se propone.

Es una experiencia ideal para quienes disfrutan del beat ’em up clásico, los juegos cooperativos pensados para partidas rápidas y sin complicaciones, y por supuesto, los fans del universo Marvel que quieran encarnar a un amplio abanico de héroes. Por el contrario, puede dejar fríos a quienes busquen profundidad mecánica, modos variados o una aventura extensa pensada para jugar en solitario.