Dark Deity 2: táctica clásica, personalización profunda con alma retro

Dark Deity 2 refuerza su propuesta SRPG con más personalización, combate táctico y estética pixel art.

Dark Deity 2 regresa al campo de batalla con una propuesta que refuerza los pilares del SRPG clásico: combate táctico por turnos, personalización profunda y una estética pixel art que rinde homenaje a la era dorada del género. Esta secuela busca consolidar lo logrado por su predecesor, afinando sistemas clave y ofreciendo una experiencia más pulida y flexible.

Historia: herencia, conflicto y equilibrio roto

La campaña se sitúa en el continente de Verroa, veinte años después de la “Guerra Empírea”. Los protagonistas —Gwyn, Arthur y Riordan— son tres hermanos formados por Irving, líder de la orden neutral conocida como los Eternos. La paz se rompe con la expansión de un imperio vecino, desatando un nuevo conflicto que pone a prueba alianzas, lealtades y convicciones.

La narrativa se apoya en relaciones personales bien construidas y momentos íntimos que aportan humanidad al conflicto. Sin embargo, el ritmo inicial es pausado y algunos elementos políticos carecen de la profundidad que podrían haber alcanzado. La historia cumple su función como hilo conductor, pero no se convierte en el eje más destacado del conjunto.

Jugabilidad: táctica clásica con libertad moderna

La estructura jugable mantiene la esencia del SRPG tradicional: movimiento por cuadrículas, posicionamiento estratégico y resolución por turnos. Lo que realmente brilla es la personalización:

• Rutas de clases ramificadas para cada personaje
• Árboles de habilidades que permiten especialización
• Sistema de runas y equipamiento modificable
• Opciones para reajustar builds durante la campaña

La dificultad es completamente ajustable. Se pueden activar límites de turnos para añadir presión o desactivarlos para un ritmo más relajado. No hay muerte permanente, pero las unidades derrotadas sufren penalizaciones temporales, lo que mantiene la tensión sin castigar en exceso.

Este enfoque permite que tanto nuevos jugadores como veteranos del género encuentren una experiencia a su medida, ya sea buscando optimización o simplemente disfrutar de la historia y el combate.

Dirección artística y sonido

El juego apuesta por un pixel art expresivo, con animaciones de combate que transmiten impacto y una banda sonora que acompaña con acierto tanto los momentos de tensión como los pasajes más introspectivos. No obstante, la interfaz puede resultar densa: exceso de iconos, tipografías pequeñas y abundancia de información pueden dificultar la lectura en sesiones largas.

También se perciben inconsistencias visuales entre retratos, sprites y escenarios, aunque no llegan a romper la coherencia general del apartado artístico.

Lo mejor

• Sistema táctico más refinado que en la primera entrega
• Personalización profunda que incentiva la rejugabilidad
• Ajustes de dificultad que permiten moldear la experiencia
• Estética retro atractiva para fans del género

Lo mejorable

• Narrativa que tarda en despegar
• Interfaz visual sobrecargada en algunos momentos
• Algunas builds pueden romper el equilibrio
• Pocas innovaciones respecto a la fórmula base

Conclusión

Dark Deity 2 no busca reinventar el SRPG, sino perfeccionar su fórmula. Con una base táctica sólida, opciones de personalización amplias y un enfoque accesible, esta secuela se presenta como una apuesta segura para quienes disfrutan de la estrategia por turnos con sabor clásico. No es revolucionario, pero sí consistente, rejugable y bien afinado.

Te gustará si jugaste a los grandes RPG de la época de los 8 y 16 bits.

Indio.io nos ha enviado una key para Steam con el fin de analizar este pequeño gran RPG.