El género soulslike es, sin duda, uno de los más exigentes tanto para jugadores como para desarrolladores. Desde el éxito de Demon’s Souls y Dark Souls, muchos estudios han intentado emular la magia de FromSoftware, con resultados dispares. En esta ocasión, Sense Games nos trae AI Limit, un título que, a pesar de no contar con el mismo presupuesto que los grandes exponentes del género, ha logrado captar el espíritu de Bloodborne mientras introduce algunas mecánicas novedosas que lo diferencian.
El juego aterriza en Steam y PS5 en la misma semana que Khazan: The First Berserker, un título con mucho más presupuesto y expectativa dentro del género. Sin embargo, AI Limit llega sin hacer mucho ruido, con una estética anime-cyberpunk que recuerda a la obra de Tsutomu Nihei (Blame!), y una jugabilidad que no se limita a ser un simple Dark Souls con waifus.
Si bien su presentación inicial podría hacer pensar en un título menor, lo cierto es que AI Limit consigue sorprender con un sistema de combate bien trabajado y algunas decisiones de diseño que lo hacen sentir fresco dentro del género. A diferencia de otros soulslike, donde la gestión de la resistencia es clave, aquí los ataques no consumen estamina, permitiendo un estilo de combate más agresivo y fluido.

La ausencia de una barra de resistencia podría hacer pensar que se trata de un sistema más permisivo o fácil, pero AI Limit introduce la mecánica de sincronización, una barra que se llena con cada golpe que damos y que potencia nuestro daño cuanto más elevada está. Sin embargo, recibir daño reduce la sincronización, lo que obliga a los jugadores a mantenerse ofensivos sin perder de vista la defensa. Este sistema también se vincula al uso de habilidades y armas de fuego, lo que añade un nivel de estrategia a los enfrentamientos.
Además, como buen soulslike, AI Limit no escatima en enemigos implacables y jefes desafiantes. Estos últimos, en particular, requieren múltiples intentos para ser derrotados, con patrones de ataque exigentes que pondrán a prueba nuestra capacidad de reacción y adaptación.

Otra diferencia clave con los soulslike tradicionales es el castigo por morir. En AI Limit, al morir, perdemos un porcentaje de la experiencia acumulada de manera permanente. No hay oportunidad de recuperar nuestras almas o puntos de experiencia regresando al lugar de nuestra muerte, lo que añade un peso adicional a cada enfrentamiento. Para equilibrar esto, el juego ofrece núcleos equipables que nos permiten modificar esta pérdida, ajustando la experiencia ganada y perdida según el riesgo que queramos asumir.
Este sistema de progresión le da un giro interesante a la fórmula tradicional, evitando la clásica carrera por recuperar almas y ofreciendo una forma más estratégica de gestionar el progreso del personaje.

En cuanto a los escenarios, AI Limit logra capturar muy bien la sensación de exploración meticulosa que caracteriza a los títulos de FromSoftware. Sus niveles están diseñados con rutas intrincadas, accesos secretos y conexiones inesperadas que recompensan la curiosidad del jugador. Lejos de ser meros pasillos, los escenarios invitan a la exploración y a descubrir rutas alternativas que pueden hacer la aventura más llevadera.
El juego no alcanza la brutal dificultad de algunos exponentes del género, pero sigue siendo un reto considerable. Con una duración aproximada de 30 horas, AI Limit ofrece una experiencia exigente sin caer en la frustración excesiva. La agresividad del combate, combinada con la mecánica de sincronización y la pérdida de experiencia al morir, lo convierten en un título que exige aprendizaje constante sin sentirse injusto.

A pesar de su discreto lanzamiento, AI Limit demuestra que los estudios más pequeños pueden ofrecer experiencias soulslike con identidad propia. Su combate fluido inspirado en Bloodborne, el sistema de sincronización, la progresión con penalización de experiencia y su diseño de niveles bien trabajado lo convierten en una propuesta interesante dentro del género.
Si bien no cuenta con la misma ambición o pulido que los títulos de FromSoftware, su combinación de ideas frescas y su estética cyberpunk-anime lo hacen destacar en un mercado saturado de imitaciones sin alma.
Recomendado para los amantes del género que buscan algo nuevo con una dificultad desafiante pero no extrema y los amantes de las waifus.