Ya tuvimos un primer contacto con la demo de este juego, pero hoy nos adentramos en los sombríos pasajes de Karma: The Dark World, una propuesta innovadora del estudio chino Pollard Studio que combina el terror psicológico con una narrativa reflexiva y provocadora. Lanzado el pasado 27 de marzo de 2025 para PC, PS5 y Xbox Series X/S, este título nos transporta a una Alemania Oriental alternativa de 1984, dominada por la opresiva Leviathan Corporation. En este análisis de Karma: The Dark World exploramos algunos aspectos de esta obra para determinar si merece un lugar destacado en tu colección.
Desde el primer instante, el juego se aleja de los tópicos habituales del género. No busca impactar mediante sustos efímeros o vísceras explícitas, sino que propone un desafío intelectual al abordar temas profundos como la naturaleza de los recuerdos y el control totalitario. El jugador toma el control de Daniel McGovern, agente del Departamento de Pensamientos de Leviathan, con la misión de investigar crímenes aparentemente menores que podrían desestabilizar el orden establecido. La mecánica principal radica en la exploración de escenas del crimen y en la incursión en las mentes de los sospechosos, lo que añade un giro narrativo que evoca películas como Inception de Christopher Nolan, pero con un matiz aún más sombrío y opresivo.
El auténtico impacto de Karma: The Dark World se revela en sus incursiones en el subconsciente. Los escenarios «reales» ya transmiten una constante sensación de inquietud, con una atmósfera gris y pesada que envuelve al jugador. No obstante, al penetrar en las mentes de los personajes, el diseño del juego despliega todo su potencial. Estos pasajes surrealistas, marcados por imágenes evocadoras, recuerdan la estética única de Twin Peaks, creada por recientemente fallecido David Lynch. Por ejemplo, una habitación recubierta de rojo enfrenta al jugador con los arrepentimientos más oscuros del personaje, intensificando la tensión con cada paso. Este uso del surrealismo cotidiano es una de las fortalezas que diferencian al juego en el competitivo panorama actual.
La narrativa, no lineal y deliberadamente fragmentada, requiere nuestra participación activa. Desde el inicio, nos encontramos desorientados: quiénes somos y dónde estamos son preguntas que toman forma gradualmente. A través de exploraciones y eventos, el jugador reconstruye el papel de Daniel en un mundo regido por la vigilancia masiva y el control social, con referencias explícitas a clásicos literarios obligatorios como 1984 de George Orwell. Leviathan Corporation emerge como un antagonista memorable, cuyas políticas despiadadas subrayan las consecuencias de vivir bajo un sistema de opresión extrema.

La jugabilidad se centra en la exploración metódica y la resolución de rompecabezas. Aunque algunos desafíos son relativamente simples, otros exigen atención minuciosa al entorno. Los momentos de tensión se presentan al interactuar con criaturas dentro de las mentes de los sospechosos, con opciones limitadas a esconderse o escapar. Pollard Studio define esta experiencia como una «historia interactiva cinematográfica», un término acertado para describir la combinación de narrativa envolvente y mecánicas centradas en la observación.
Desde un punto de vista técnico, Karma: The Dark World destaca por su diseño visual, que combina elementos retro y futuristas, especialmente en los escenarios mentales. La iluminación, con niebla volumétrica y perspectivas distorsionadas, contribuye a la atmósfera opresiva y surrealista. En cuanto al sonido, la música diegética, emitida por gramófonos o radios dentro del juego, complementa eficazmente los efectos ambientales, creando una experiencia inmersiva. Sin embargo, los modelos de personajes, a veces toscos bajo ciertas condiciones de iluminación, representan un pequeño punto débil en una propuesta visual, en general, sobresaliente. El punto bueno es que funciona bastate aceptablemente en equipos cortos de recursos, como un Intel Core de 2015 con una tarjeta gráfica Radeon RX 6600 XT de 2020.

En conclusión, Karma: The Dark World se erige como una obra valiente dentro del género del terror. Su enfoque en la reflexión y la exploración, más que en la acción, ofrece una experiencia diferenciada que desafía las expectativas del jugador. Aunque no es perfecto—la jugabilidad puede sentirse limitada y algunos temas centrales se presentan de forma directa—es un título que deja huella, especialmente para aquellos que buscan una experiencia que combine terror y reflexión.
Probado en PC, este juego nos dejó intrigados y con ganas de explorar aún más su fascinante mundo distópico. Para quienes están dispuestos a embarcarse en un viaje emocional y cerebral, Karma: The Dark World promete ser una adición memorable a cualquier biblioteca.
Te gustará si…
Te van las historias complejas y te gusta desgranarlas
Terror y reflexión… ¿Hay otra fórmula mejor en el género?
Sientes curiosidad por cómo homenajean a genios del suspense
No lo juegues si…
Tienes solo 5 minutos para jugar y de vez en cuando